(Publicado previamente en Expreso)
HORACIO CHAVARRIA
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HORACIO CHAVARRIA
La primera, no se puede esperar un resultado positivo y claro sin comunicar los beneficios alcanzables por votar de una u otra forma.
La segunda, por más de que históricamente en nuestro país las Consultas Populares han sido un termómetro de la popularidad del Presidente, tampoco aseguran una victoria total, esta vez, no fue suficiente para ganar en todas las preguntas
La tercera, un análisis FODA, desapasionado, del competidor ayuda a entender sus fortalezas y flancos débiles y desde la época de Sun Tzu se sabe que a un adversario poderoso no se lo ataca de frente.
Revisando las campañas publicitarias realizadas durante la consulta hay que destacar que el CNE hizo un buen esfuerzo por comunicar cuáles eran las preguntas a las que se debía responder, así como incentivar a que los ciudadanos votemos.
De acuerdo a varias encuestas hubo un nivel aceptable de conocimiento de las preguntas y los escrutinios indican que el ausentismo estuvo dentro de los márgenes habituales.
También fue notorio, que la izquierda bajo diferentes membretes, actuó de manera coordinada y estratégica, a diferencia de la derecha que una vez más no lo hizo.
Revisando las campañas por el NO de Pachacutik, Conaie, PSE, Cedocut, UNE; se nota lo evidente, sabían que no podían oponerse a los temas de seguridad, ya que son el principal problema que los ecuatorianos queremos ver resueltos, pero la oposición al empleo por horas y al arbitraje internacional, eran los dos temas que podían ser utilizados para que el gobierno no obtenga un triunfo general y haciendo uso de los mismos argumentos y sofismas de siempre (precarización, soberanía, grandes empresarios, etc) lograron que el NO gane en esas dos preguntas y que no se de el voto en plancha.
En un caso apelaron al temor de quienes tienen empleo y al chauvinismo alegando pérdida de soberanía en el otro, saben que hay que conectarse emocionalmente con los votantes. Fue una campaña quirúrgica y de precisión.
Gracias a ello muchos no alcanzarán un empleo digno aunque sea por horas y el país, todos nosotros, seguiremos sin ver la llegada de importantes capitales extranjeros.
Quienes pidieron hepáticamente el NO a las 11 preguntas fallaron de manera contundente. La cuadrilla de demolición no se activó.
Al revisar las campañas y buscar alguna pieza con un mensaje que promueva el SÍ en las preguntas que no ganaron, ocurrió lo obvio. No encontré nada. Nadie, ningún grupo político o gremial realizó una campaña estructurada que persuada a votar positivamente por esas preguntas. Mas allá de entrevistas, unas más afortunadas que otras, esas preguntas que eran clave para mejorar las condiciones económicas del país fueron dejadas a su suerte. Ya no era el momento del debate, esos temas se han debatido por décadas, era el momento de explicar sus beneficios y convencer a quienes hubieran sido los beneficiarios directos de que había que votar SÍ y la mejor manera de hacerlo era a través de una campaña de publicidad estratégicamente bien diseñada.
Se dice que no hay fracasos, que solo hay aprendizaje, esperemos que así sea, ya no hay tiempo para lo otro.
Hay que tener presente que para vencer hay que convencer y que los votos se obtienen si se apela a las emociones correctas. El 9 a 2 es un resultado contundente en cualquier deporte, no solo en política.
(Publicado previamente en Expreso)
HORACIO CHAVARRIA
Si usted es de los que cree que las marcas de consumo masivo (Fast Moving Consumer Goods) pueden alcanzar mejores ventas sin hacer publicidad, déjeme decirle que ha escogido un camino difícil. Asumiendo que su precio es competitivo, que el beneficio que ofrece es apreciado por los consumidores y posee un aceptable nivel de distribución y las ventas no crecen, a su ecuación le falta un componente clave, mantener una comunicación constante con sus consumidores y sus prospects.
Las cifras del mercado lo demuestran. Nadie vende más sin hacer publicidad.
TV sigue siendo el de mayor inversión, 42% del total y es seguido por internet que representa el 31%.
Las personas han reducido su frecuencia de compra -3%. Frente a la ausencia de publicidad que ofrezca razones para permanecer junto a las marcas establecidas y la búsqueda de ahorro, el consumidor está tomando decisiones que benefician a las grandes cadenas y sus marcas propias y los fabricantes de estas reciben el premio consuelo de mayor volumen pero menor rentabilidad.
A ratos da la sensación de que la espiral descendente de publicidad y ventas es producto del erróneo pensamiento de que los presupuestos de inversión publicitaria se generan con base en las ventas del mes pasado. No se hace publicidad con lo que sobró, la publicidad es una inversión que debe planificarse con antelación.
Está demostrado que la publicidad genera un impacto positivo en las ventas si es que es relevante y lo suficientemente creativa para llamar la atención sobre la marca y sus beneficios.
Un reciente estudio de Ipsos, sobre el impacto de la creatividad en la publicidad indica que esta puede generar 44% más ventas si es impactante. La creatividad es un valor que muchos anunciantes angustiados pasan por alto, parte de su ahorro mal entendido es hacer exclusivamente publicidad táctica, simplona, de venta dura, donde las emociones no juegan un rol esencial.
Muchos han olvidado que nadie prende el televisor, abre un diario o ingresa a una red social para ver publicidad, al consumidor hay que sorprenderlo, seducirlo, emocionarlo para que preste atención al mensaje y lo recuerde cuando se pare frente a la percha del supermercado y escoja nuestra marca.
La mejor manera de hacer publicidad eficaz es pre-testeando las ideas antes de lanzarlas al aire y medir qué tan creativas y efectivas son, ahora existen técnicas muy sofisticadas para hacer esa evaluación como el Creative Spark de Ipsos.
Si quiere vender más, no se quede en silencio y regalando su market share a las marcas blancas. Haga publicidad, pero de la buena.
(Publicado previamente en Expreso)
HORACIO CHAVARRIA