LA CAMPAÑA ELECTORAL YA COMENZÓ

 Una de las cosas más agradables de la Democracia es la oportunidad de elegir cada cierto tiempo a quienes gobernarán en todos los niveles del estado, esto conlleva a que los políticos, o aspirantes a ello, vivan en un permanente estado de “campaña electoral”. 

Si algún político dice que no aspira a cargo alguno de elección popular, recomiendo no creerle.

Si bien es cierto, en nuestro país el periodo de campaña lo define la ley, la realidad es distinta. El estado de campaña es permanente, todo acto, declaración, aparición pública de un político está encaminado a conseguir adeptos a sus ideas o principios. Lo qué si regula la ley y los políticos respetan, en mayor o menor medida, es a partir de qué momento se puede pedir abiertamente que se vote por ellos.

Los posibles candidatos a las próximas elecciones seccionales ya tienen los motores encendidos y algunos ya pisaron el acelerador.

 De acuerdo a los estrategas de campaña David Axelrod y Karl Rove los candidatos se clasifican así:

El “Incumbent”, el que ejerce un cargo y busca la re-elección. 

El “Agente de Cambio”, el opositor que busca demostrar las fallas de quién ostenta el cargo y demuestra la necesidad de un cambio.

 El “Insurgente”, también conocido cómo outsider que va contra la ortodoxia existente. 

El “Status Quo”, aquel que viene del mismo partido o tendencia del “Incumbent” y propone la continuidad.

En Guayaquil ya está claro que hay un “Incumbent”. Habrá que ver quienes ocupan los otros roles.

 Una campaña electoral es una empresa seria y requiere de organización, fondos, y gente especializada en diversas funciones; el equipo básico lo conforman el consultor general, el gerente de campaña, el director financiero, el encuestador, el director de comunicación, el especialista en redes sociales, el director de campo o territorio. 

Cómo podrán colegir, una candidatura no se puede lanzar si no se cuenta con estos profesionales. Un candidato no se construye en menos de dos años dicen los expertos, inclusive los outsiders, ni existen candidaturas exitosas lanzadas a última hora. 

El siguiente paso de una candidatura es definir lo que se conoce como el arco de la narrativa, que es la definición de mensajes a emplearse y cómo se los difundirá en el periodo desde el lanzamiento de la candidatura y la elección. 

Unas de las claves en una campaña es mantener el control de la narrativa y estar siempre en posición ofensiva, una campaña pierde ese control cuando los adversarios obligan a un candidato a salirse de su mensaje y pasar a la posición defensiva, él termina en la conversación del opositor, contestándole el discurso impuesto.  

La trayectoria y profesionalismo de los consultores se demuestra cuando maniobran para que el candidato retome el control de la agenda de temas en debate.

La síntesis del mensaje de una campaña es su slogan, este debe transmitirlo con claridad, cuando vean a un candidato cambiar de slogan en una campaña es síntoma de que está en problemas y que su mensaje no está llegando. No se trata de crear simplemente frases sonoras y pegajosas, deben resumir los valores y la oferta del candidato.

La publicidad electoral, la que utilizando técnicas de marketing “vende” al candidato, no deberá tener más de tres o cuatro mensajes que deberán ser repetidos hasta que sean asimilados por los electores.

Más adelante escribiremos sobre los diferentes tipos de campañas, por ahora esperemos conocer los candidatos y sus mensajes iniciales. 

Es importante que en esta fase tengamos presente que una sociedad es lo que permiten sus élites, culturales, políticas, académicas, empresariales, gremiales, etc. que esta sea y son esas élites las que promueven a los candidatos.

Horacio Chavarría P.

Presidente Ejecutivo Alterno y Gerente General de OI Comunicaciones, asociada a Fleishman-Hillard.

Experto en Consultoría Estratégica, Manejo de Crisis, Relaciones con la Prensa, Media Training, Comunicaciones internas y soporte a Marketing.

Director Ejecutivo y Docente de ITSU; Instituto Técnológico de Arte y Comunicación.