6 ASPECTOS A CONSIDERAR EN LA COMUNICACIÓN POLÍTICA
En el país se discute mucho sobre comunicación política y ocurre igual que con el fútbol, cualquiera se siente con derecho a criticar. La maldición de los especialistas en comunicación, es que cualquiera se siente facultado para opinar y sugerir. Para realizar una comunicación política eficaz, tanto en campaña cómo en ejercicio del poder, hay que observar, mínimo, estos aspectos:
1. DEFINIR CON CLARIDAD A QUIÉN SE DIRIGE. El político debe saber a quién se dirige, “la ciudadanía” o el “público general” no existen. Existen personas con deseos, intereses, necesidades, pertenecen a un NSE, etc.
La investigación constante es clave para saber qué esperan. Jamás debería emitirse un comunicado, discurso, cadena, cuyas ideas no hayan sido previamente testeadas para no tener sorpresas con los resultados.
La comunicación debe potenciar las fortalezas y mitigar las debilidades de un político y jamás atacar la base de partidarios que lo sustenta.
2. TENER UN ESTILO CLARO Y PROPIO. No debe haber disonancia de imagen o mensaje. El político, así no guste a muchos, es también una marca, tiene un estilo, códigos, colores, despierta unas emociones. Macron solo usa ternos negros o azul oscuro y corbata del mismo color, jamás con diseños. Biden solo usa trajes azules y corbatas discretas. Bukele jamás usa corbata.
La puesta en escena de sus intervenciones debe diseñarse para poner de relieve su autoridad. En política muchas veces es más importante el “cómo se dice” al “qué se dice”.
3. EN MENSAJE, SIEMPRE EN MENSAJE. Error común es no tener una línea narrativa que permita mantener una secuencia ordenada de ideas clara y precisa. Los mensajes deben ser cortos, con frases que puedan convertirse en titulares o “soundbites”. Debe tenerse clara la necesidad de luchar contra algo, una situación, un mal social, unas ideas, en otras palabras un villano al que se combate. No a un antagonista personal. En una sociedad agobiada por hechos violentos no se requiere de políticos violentos, se requiere de políticos firmes.
El mensaje debe ser transmedia y adaptado a los medios y sus audiencias, pero sin perder su esencia y su estilo y ser expresado en lenguaje sencillo en el que se destaquen beneficios.
4. LAS CRISIS HAY QUE MANEJARLAS. Las crisis son inevitables, de su manejo oportuno un político puede salir fortalecido, con daños leves o con grave afectación. Todo dependerá de la velocidad y profundidad de sus respuestas iniciales y de haber previsto escenarios, también del uso adecuado de voceros dispuestos a defender al líder sin importar las consecuencias.
Las respuestas débiles, incompletas o a destiempo sólo avivarán la crisis y los resultados pueden ser catastróficos.
5. TENER CLARA LA DIFERENCIA ENTRE OPINIÓN PÚBLICA Y OPINIÓN PUBLICADA. La última no necesariamente refleja lo que siente y piensa la primera, muchas veces están desconectadas, peor aún, pensar que Twitter, por influyente que parezca refleja la realidad. No se puede tomar decisiones de comunicación basado en qué es tendencia en redes.
Un político hábil interpreta la realidad social, no la realidad virtual y basa en ello sus mensajes.
6. LA POLÍTICA Y EL ESCÁNDALO. Subproductos de la información como entretenimiento y los programas de noticias, tanto “off” como “online”, emitiendo 24/7, requieren atención y producen “investigaciones” , entrevistas a “expertos”, “encuestas” carentes de rigor, datos sueltos cómo “noticia en desarrollo” y generan escándalos que no deberían distraer al político de su agenda.
El político, en campaña y más aún en ejercicio, tiene la necesidad y obligación de generar suficientes buenas noticias para aumentar su capital de imagen y repeler los escándalos.
Horacio Chavarría P.
Presidente Ejecutivo Alterno y Gerente General de OI Comunicaciones, asociada a Fleishman-Hillard. Experto en Consultoría Estratégica, Manejo de Crisis, Relaciones con la Prensa, Media Training, Comunicaciones internas y soporte a Marketing.
0 comentarios:
Publicar un comentario