Hay madres dulces, amorosas, renegonas, sublimes, sacrificadas, profesionales, solteras, hogareñas, juguetonas, cariñosas, gritonas, preocupadas, solapadoras, rápidas con la chancleta, enojonas, buenas cocineras, dormilonas, sensibles, descuidadas, y podríamos seguir haciendo un listado interminable, pero falta nombrar a mi favorita, la Madre Publicitaria.
En 1914 un grupo de mujeres lideradas por Anna Jarvis convencieron al presidente Wilson en USA de que el segundo domingo de Mayo sea dedicado a las madres para rendirles homenaje. Muchos países adoptaron la fecha y otros siguieron sus antiguas tradiciones que vienen casi desde el origen de nuestra civilización, la maternidad ha sido históricamente merecedora de honor y reverencia.
A diferencia de lo que uno podría creer, el origen comercial de la fecha es anterior, la Madre Publicitara existe desde 1908 cuando el comerciante de Filadelfia John Wannamaker invitó a las madres a asistir a su tienda y regaló un clavel a todas, en términos actuales descubrió una manera de incrementar tráfico a su local, luego Hallmark identificó la ocasión como ideal para enviar tarjetas de felicitación.
Más adelante en 1923 un grupo de floristas alemanes propusieron a los hijos regalar flores a sus madres. Desde ahí hasta el “combo” Cocina + plancha en cómodas cuotas de las tiendas de electrodomésticos, ha corrido mucha agua.
Lo cierto es que en el año, hay dos meses con marcados picos de venta, Mayo y Diciembre y nadie está dispuesto a desaprovecharlos. En USA se estima que por esta fecha se generan 30 billones de dólares en ventas en el sector minorista. Todo aquel que no compra un regalo a su madre, aunque sea algo simbólico en ese día, es un auténtico iconoclasta, casi un desadaptado.
En estas fechas, recibimos gran cantidad de mensajes publicitarios recordándonos lo buenas, dulces, únicas y especiales que son las madres y que es oportuno darles un regalo y así impulsan las ventas de artículos que van desde flores, perfumes, joyas, hasta equipos electrónicos y vestimenta.
El frenesí comercial desplegado alrededor de la madre llevó a su impulsadora a gastar su vida y fortuna combatiendo el consumismo desatado por la fecha, pero fue inútil, la Madre Publicitaria ya estaba creada y hay que rendirle culto.
Este año una vez más volvemos a ver cómo las marcas, unas con más gusto y tacto que otras, nos invitan a reflexionar sobre el valor de las madres y el respeto y admiración que merecen.
Unas lo hacen promoviendo la venta de algo y otras lo hacen de manera institucional. Lejos estamos de las campañas de otros mercados que rinden tributo a las madres con mensajes inspiradores impecablemente realizados, en los que se busca solamente la empatía, no la venta dura y no hay desperdicio de recursos al hacerlo así, es bien conocido que las amas de casa son responsables del 80% de las decisiones de compra en un hogar.
Lo preocupante de la Madre Publicitaria ecuatoriana es que el resto del año sigue encadenada, en la mayoría de las campañas, a sus roles tradicionales, encargada del hogar, amorosa preparadora de desayunos, abnegada planchadora, feliz repartidora de hijos en escuelas, amante esposa que recibe al marido trabajador, emocionada dueña de una aspiradora y otros lugares comunes.
En casi todas las ciudades del mundo hay un Monumento a la Madre. El de nuestra ciudad está en un parque bastante descuidado, ojalá alguna marca asumiera su rol de buen ciudadano corporativo, lo adoptara y en conjunto con sus clientes se hicieran cargo de su cuidado. Ese sería un regalo permanente a las madres y a la ciudad.
Feliz día a las madres que leen este artículo y a sus hijos, ya que como dice Mafalda ambos obtuvieron su título el mismo día.
(Publicado previamente en Expreso)
HORACIO CHAVARRIA
Presidente Ejecutivo Alterno y Gerente General de OI Comunicaciones, asociada a Fleishman-Hillard.
Director Ejecutivo del ITSU. Instituto Tecnológico Superior Urdesa.
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